La preparación para el parto en Sentir Maternal me ayudó a disfrutar hasta de los momentos difíciles del embarazo y a proyectarme con mucha alegría, a vivir cada una de las etapas con menos temor y ansiedad y, sobre todo, con naturalidad.
A través del encuentro conmigo misma, con mi cuerpo y alma, logré llegar al día del parto con más confianza y con la certeza de que el milagro de la vida había comenzado.